LA ÉTICA DE LA GUERRA
Manuela Vallejo Marín & Laura Milena Viafara
__________________________________
Universidad del Valle / Colombia
Referencia Recomendada: Vallejo Marín, M. & Viafara, L. (2021). La ética de la guerra. Revista de Psicología GEPU, 12 (1), 135- 143
Resumen: En el presente ensayo se aborda el tema del derecho a la vida y la guerra a partir de diferentes posturas ideológicas. En primer lugar, se exponen los argumentos de quienes defienden el derecho a la vida por sobre todas las cosas, oponiéndose así a la posibilidad de que haya guerras; en un segundo momento, se contemplan algunas perspectivas que justifican ética y políticamente la guerra como un medio para ejercer presión y lograr la conquista de derechos; después de esta discusión se concluye que ambas miradas tienen aspectos positivos y negativos, que quedan consolidados en la posibilidad de una protesta civil política no violenta, por medio de la cual, se haga frente a las injusticias sociales y se apueste por una sociedad libre, justa, democrática e incluyente, a través de medios pacíficos que no impliquen armas ni tratos crueles inhumanos ni degradantes que atenten contra la vida, sino que por el contrario, estén fundamentados en el diálogo, la resolución y la negociación.
Abstract: This essay addresses the issue regarding the right to life and war on the basis of different ideological positions. Firstly, this paper presents the arguments of those who defend the right to life above all else, thus opposing the possibility of war; secondly, it considers some perspectives that ethically and politically justify war as a means to exert pressure and achieve the conquest of rights; After this discussion, it is concluded that both views have positive and negative aspects, which are consolidated in the possibility of a non-violent political civil protest, through which, social injustices are confronted and a free, fair, democratic and inclusive society is sought, by peaceful means that don't involve weapons or cruel, inhuman or degrading treatment that threatens life, but rather, are based on dialogue, resolution and negotiation.
Keywords: War, peace, ethics, life, human rights and civil resistance.
Recibido: 27 de Abril de 2020 / Aprobado: 30 de Noviembre de 2020
Sebastián Camilo González López: Estudiante de Psicología, perteneciente al Semillero Perspectivas Psicosociales del Programa de Psicología de la Corporación Universitaria Empresarial Alexander von Humboldt, Armenia (Q). Correo: sgonzalez761312@cue.edu.co
Angela Milena Bravo Arcos: Psicóloga, Mg en Psicología Comunitaria. Docente Programa de Psicología de la Corporación Universitaria Empresarial Alexander von Humboldt, Armenia (Q). Correo: abravo15@cue.edu.co
introducción
En la Constitución Política de Colombia de 1991 se encuentra explícito en varios artículos la defensa por la vida y la paz, a continuación, se citan algunos de éstos:
“El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte.” (art.11)
“Nadie será sometido a desaparición forzada, a torturas ni a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.” (art.12)
“Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica.” (art.13)
“La paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento.” (art.22)
Las dimensiones de la violencia letal muestran que el conflicto armado colombiano es uno de los más sangrientos de la historia... La investigación realizada por el GMH permite concluir que en este conflicto se ha causado la muerte de aproximadamente 220.000 personas entre el 1º de enero de 1958 y el 31 de diciembre de 2012. (p.31)
La sociedad de baja conflictividad no es aquella en la que no hay diferencias ni disputas, sino aquella en la que cuando aparecen diferencias son manejadas de tal manera que se evita el rencor extremo, la polarización y la violencia irrefrenable… es preciso señalar que no se puede seguir soñando con la existencia de sociedades idílicas, es decir, con sociedades que aseguren una absoluta “convivencia pacífica”, puesto que de la condición humana no se puede anular y menos eliminar la agresividad y la agresión. Lo que sí puede y debe hacer un Estado o una sociedad, es generar una cultura política democrática en la que los conflictos políticos, sociales y culturales se puedan gestionar, resolver y transformar de tal manera que la agresión pueda ser canalizada y no termine desembocando en el uso reiterado de la violencia para resolver las diferencias. (p. 28)
La historia de los derechos humanos resulta inseparable de la historia de las grandes revoluciones de la edad moderna… no se pueden desconocer los procesos de lucha que acompañan las proclamaciones de derechos y su difícil inserción en un ordenamiento legal… los derechos humanos son un producto de la historia, siempre que esta sea entendida como acción humana, esfuerzo y lucha por el reconocimiento de individuos, grupos, clases y pueblos. (p.6)
Los regímenes políticos organizados como Estado de Derecho son doblemente inmorales: en primer lugar, por estar montados sobre la violencia y el terror; y, en segundo lugar, lo que es mucho más grave, y en lo que no cabe los regímenes revolucionarios, por negarse a reconocerlo e intentar pasar por “legales” y “puros”. (Aranguren, 1985, p. 95)
Aunque los actores armados confrontados pueden construir diversas razones desde el punto de vista ético y político para justificar el recurso a la violencia, su uso no puede ser indiscriminado, debe enmarcarse estrictamente entre los actores confrontados y debe excluir de manera tácita la población no combatiente, es decir, la población civil como objetivo político o militar. (Estrada, 2003, p. 42)
La paz no es una concesión y tampoco es un “estado”, es un proceso político, social, económico y cultural. Un proceso complejo y un proyecto plural de construcción, es decir, hay que pensarlo como un continuum abierto, contradictorio y complejo… un proceso de construcción de paz a nivel de sociedad implica construir y consolidar un pacto político de convivencia social, que permita superar las causas originarias del conflicto armado, involucrando e incluyendo a todos los actores sociales y políticos sin ninguna distinción. (Estrada, 2016, p. 46)
No hay comentarios:
Publicar un comentario