DISEÑO DE LA ESCALA “BIOPSIQUE” COMO HERRAMIENTA DE EVALUACIÓN DEL FUNCIONAMIENTO COGNITIVO EN PACIENTES CON ESQUIZOFRENIA, TRASTORNO DEPRESIVO MAYOR Y TRASTORNO BIPOLAR
Melissa Murillo Cabrera, Oscar Mauricio Castaño, Rocío Lemos & Juan Castro Navarro
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Universidad del Caldas / Colombia
Melissa Murillo Cabrera. Médico residente de Psiquiatría. Celular 3113174187 melissa.7718125962@ucaldas.edu.co
Oscar Mauricio Castaño. Médico Psiquiatra, Universidad de Caldas. oscar.castano@ucaldas.edu.co
Rocío Lemos. Neuropsicóloga, Universidad de Caldas. rocio.lemos@ucaldas.edu.co
Juan Castro Navarro. Médico Psiquiatra, Universidad de Caldas. juan.castro@ucaldas.edu.co
Grupo de Investigación Salud Mental y Comportamiento Humano. Línea de Investigación: Salud Mental en el Departamento de Caldas
Recibido: 15 de Julio de 2021
Aprobado: 30 de Diciembre de 2021
Referencia Recomendada: Murillo Cabrera, M., Castaño, O. M., Lemos, R. y Castro Navarro, J. (2021). Diseño de escala “BIOPSIQUE” como herramienta de evaluación del funcionamiento cognitivo en pacientes con esquizofrenia, trastorno depresivo mayor y trastorno bipolar. Revista de Psicología GEPU, 12 (2), 44-65.
Resumen: Objetivo: Diseñar un instrumento de aplicación rápida que permita un tamizaje general sobre la cognición en pacientes con esquizofrenia, trastorno depresivo mayor y trastorno bipolar, para ser aplicado por profesionales de la salud. Materiales y métodos: estudio de creación, realizado en el último semestre del 2020 y primero del 2021 en la Ciudad de Manizales – Colombia. El primer paso para la creación de este instrumento consistió en investigar e identificar pautas para la creación de baterías neuropsicológicas. Se identificaron tres fases, que a su vez abarcan nueve pasos. Resultados: se encontró que, el grupo control (no diagnosticados con trastorno mental), obtuvo un rendimiento superior en las subescalas, de ambas pruebas. Conclusiones: estos hallazgos confirman que la escala BIOPSIQUE cuenta con unas subpruebas de diseño novedoso, relevante, de fácil aplicación y que en esta primera fase demostró rendimientos similares a pruebas ya establecidas, por lo que es el primer paso en el diseño de una escala que promete ser una herramienta de apoyo diagnóstico en pacientes con trastornos mentales. Para las siguientes fases se ampliará la muestra, se buscará determinar las correlaciones entre sus elementos, así como la puntuación y establecer la duración de la aplicación, y si es necesario, compararla nuevamente con otras subpruebas cognitivas.
Palabras clave: Cognición, dominios cognitivos, trastornos mentales, test, evaluación breve.
Introducción
La cognición comprende la memoria, el lenguaje, la orientación, el juicio, la gestión de las relaciones interpersonales, la realización de acciones (praxias) y la resolución de problemas (1). La mayoría de las personas con trastornos psiquiátricos graves y persistentes padecen déficits cognitivos importantes. En estos trastornos se ha observado deficiencias en diferentes dominios como en: atención, memoria y funcionamiento ejecutivo; estos déficits son predictores de baja calidad de vida, bajo rendimiento laboral y deficiencias en las habilidades sociales (2).
El Trastorno bipolar (TB), es considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la sexta causa de discapacidad en el mundo (3), se ha estimado su prevalencia mundial entre el 3% y 6.5% (4). En el departamento de Caldas se han reportado prevalencias hasta el 8.1% (para ambos tipos de TB), una cifra significativamente más alta con respecto a la encontrada a nivel mundial (5).
Diferentes estudios han demostrado cómo las alteraciones cognitivas cada vez más, son un hallazgo frecuente en pacientes con diagnóstico de TB (6). Aunque no hay un perfil patognomónico en este diagnóstico, si se ha descrito que entre los dominios de mayor afectación se presentan: retraso psicomotor, deterioro de la memoria declarativa, función ejecutiva y, en menor medida, memoria visual y atención en comparación con controles sanos (7). Estas alteraciones son un hallazgo frecuente, tanto en los episodios afectivos como en los estados de eutimia (5), lo que puede explicar en gran medida las dificultades en el desempeño de diferentes áreas de funcionamiento de la vida de estas personas.
La esquizofrenia (EZ) es un trastorno primario del pensamiento, su prevalencia se acerca al 1% a nivel internacional y su incidencia es de aproximadamente 1,5 por cada 10.000 personas (8). La EZ es definida como un síndrome, o como el espectro de la esquizofrenia según la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5). A lo largo de la historia se han descrito síntomas que hoy en día continúan observándose en los pacientes con este diagnóstico; uno de ellos es el deterioro de las funciones cognitivas (1).
Las alteraciones en la cognición juegan un papel central, como sugirieron Kraepelin y Bleuler. Los déficits cognitivos son una característica central en este trastorno, los cuales pueden precipitar la aparición de síntomas tanto positivos como negativos, suelen ser estables en el tiempo, persistiendo incluso en los periodos de remisión de síntomas psicóticos (9). Si bien, no todos los pacientes tienen el mismo deterioro, se ha encontrado un grupo de personas con este diagnóstico que padecen cambios mínimos; la mayoría de los estudios han encontrado al menos algún deterioro leve en varios dominios (10). Los resultados de varias pruebas neuropsicológicas realizadas en este grupo de pacientes evidencian que, entre los dominios más afectados se encuentran la atención, la memoria y la formación de conceptos, y coinciden con la afectación patológica de la corteza frontotemporal (1). No existe un perfil patognomónico en condición clínica, por lo que es común encontrar diferencias en el rendimiento cognitivo según la sintomatología, evidenciándose mayor compromiso en estados desorganizados y esto probablemente, debido a la heterogeneidad etiológica dentro del trastorno (9) (1).
La depresión (DP) representa un problema de salud grave, especialmente cuando es de larga duración y con una intensidad de moderada a severa; afecta a más de 264 millones de personas en todo el mundo; es una fuente importante de ausentismo y discapacidad en la fuerza de trabajo. En el peor de los casos, la depresión puede llevar al suicidio. Cerca de 800.000 personas mueren por suicidio cada año. El suicidio es la segunda causa principal de muerte entre las personas de 15 a 29 años (11). En la depresión, al igual que en el TB y en la EZ también se han encontrado alteraciones en varios dominios cognitivos, dichas manifestaciones se pueden identificar tanto en episodios agudos como en eutimia. Entre los dominios reportados se encuentran déficits en dominios como en la atención, funciones ejecutivas, memoria y velocidad de procesamiento (12).
Planteamiento del problema y justificación
El deterioro cognitivo asociado a los trastornos mentales mayores (TB, EZ, DP, entre otros), se relaciona directa y negativamente con la percepción de calidad de vida, rendimiento laboral/académico y disfunción global en estos pacientes (5,7,9,12). En este contexto, es prioritario el poder detectar tempranamente la aparición de estos déficits para poder intervenirlos y en lo posible rehabilitarlos.
Aunque existen algunos instrumentos para tamizar las funciones cognitivas en los pacientes con trastornos mentales, como el SCIP-S (14), y el B-CATS (15) (16), se requiere una herramienta de cribado, rápida, sencilla y ajustada al perfil cognitivo de nuestra población, por lo que pretendemos diseñar un instrumento sencillo, de fácil aplicación y rápido que sirva para detectar las principales alteraciones cognitivas en pacientes con esquizofrenia, trastorno bipolar o trastorno depresivo, a causa de dos limitaciones encontradas en los test existentes en el medio; la primera es, que no son test creados en la población colombiana, si bien, son adaptados al idioma y con población latina, no tienen las mismas características del medio, por lo que su uso conlleva a dificultades principalmente en adaptación, aclarando que solo el SCIP está validado en esta población; la segunda limitación es el tiempo de aplicación, lo que limita significativamente su uso por el personal de la salud, que cuenta con unos tiempos muy limitados en la consulta diaria (17).
Con este proyecto de investigación se busca diseñar una escala de evaluación cognitiva breve que facilite objetivar el estado cognitivo en los pacientes con diagnóstico de esquizofrenia, depresión y trastorno bipolar. A partir de la carencia de instrumentos con una alta validez, que logre facilitar la detección precoz de alteraciones cognitivas en esta población.
Este estudio pretende impactar positivamente en el pronóstico de la población que padece estos trastornos psiquiátricos, logrando realizar una detección precoz de estas manifestaciones de la enfermedad, lo cual favorece su pronóstico. También se busca aportar a otros investigadores. A nivel social y científico se pretende aportar una herramienta de trabajo para los médicos, que pueda utilizarse en el consultorio ampliando sus posibilidades diagnósticas.
Esta línea de investigación nace de la necesidad de aportar de una manera integral los trastornos psiquiátricos, los cuales tienen manifestaciones emocionales, comportamentales y cognitivas.
Métodos y técnicas en neuropsicología
La neuropsicología sigue tres métodos (lesional, funcional y estructural) utilizados para un fin diagnóstico, estos siguen unos modelos: un modelo cuantitativo u otro psicométrico; el primero, pretende determinar la función cognitiva buscando explicar el porqué del funcionamiento y en qué sitio anatómico se encuentra el fallo y no la puntuación, como lo haría el modelo psicométrico o cuantitativo, que se enfoca en el resultado final. En la actualidad se necesita de los dos modelos para lograr establecer no sólo si la puntuación, se encuentra por debajo o por encima de la media, sino también, identificar el sitio afectado (18) (19).
Se utilizan también, instrumentos de medidas, entre ellos escalas breves (rastreos cognitivos), batería completa y test específicos. La medida puede expresarse de diferentes formas (nominal, ordinal, de intervalo y de razón) en relación a lo que se desea medir. Es de resaltar que, en los datos cualitativos se pueden encontrar limitaciones en los instrumentos de medición, como la fiabilidad (consistencia en que el instrumento es capaz de medir el aspecto determinado) y la validez (lo que el test mide y cómo lo hace). Existen otras variables que deben ser tenidas en cuenta ya que pueden potenciar o reducir el potencial cognitivo; entre ellas están, la deprivación cultural, trastornos afectivos como ansiedad y depresión, la edad, nivel educativo, género, nivel cognitivo, lateralidad, localización de la lesión y condición premórbida del paciente. Ningún test resulta completo para lograr la evaluación del funcionamiento cognitivo, por lo que se recomienda el uso de una combinación de métodos que puedan dar mayor rigurosidad al diagnóstico; es por ello que en muchas situaciones se requiere de una batería completa, que necesita de un tiempo elevado de aplicación, lo que puede conllevar a agobio físico y mental, afectando el rendimiento del evaluado (20) (21) (22) (23).
Dominios neuropsicológicos
El desempeño cognitivo se puede evaluar en términos de dominios de funcionamiento; por el proceso cerebral involucrado, como la memoria, atención, lenguaje y funciones ejecutivas, también se puede referir a las funciones de acuerdo a la región cerebral involucrada, por ejemplo, funciones como originadas en el lóbulo frontal, lóbulo temporal, lóbulo parietal, hipocampo u otras estructuras; también se puede agrupar por ámbitos, como lo son los déficits atencionales, en el que se afecta la atención sostenida, la concentración, velocidad para procesar y la flexibilidad en la atención. También, se encuentran las dificultades para lograr el aprendizaje y la memoria, las funciones ejecutivas, las cuales comprenden las capacidades mentales necesarias para formular metas, planificar el modo de lograrlas y llevar adelante el plan de manera eficaz y, por último, pero no menos importante, las alteraciones en la motivación, emoción y en la conducta, donde se evidencia sintomatología como la apatía, indiferencia hacia su entorno o los patrones de desinhibición frente a las reglas socialmente establecidas (24).
Instrumentos de evaluación cognitiva breve utilizados en psiquiatría
Entre las pruebas que evalúan los dominios afectados en pacientes con psicopatología mayor se encuentran:
1. Mini-Mental State Examination (MMSE): Desde su creación en 1975 por Folstein y sus colaboradores, cuenta con numerosas adaptaciones y traducciones; una de esas adaptaciones fue la realizada a la población española (Mini Examen Cognoscitivo de Lobo o MEC de Lobo con un tiempo de aplicación entre los 5 y 10 minutos) convirtiéndose en el test breve más popular y utilizado a nivel mundial en la valoración de pacientes con quejas de memoria. Su objetivo no es diagnosticar, pero si es útil para detectar de forma rápida personas con déficits cognitivos, contribuyendo al diagnóstico de demencia, junto con una buena historia anamnesis y examen físico, así como de pruebas complementarias. Es una prueba sensible a la edad, a la cultura y al nivel educacional. Cuenta con limitaciones como el no explorar todos los dominios cognitivos, su uso en pacientes con trastornos afectivos y psicóticos suele puntuar bajo dominios como atención y la concentración, sin ser indicativo de deterioro cognitivo leve o demencia. La puntuación máxima es de 35 puntos, con puntuaciones inferiores a 23 se considera que existe algún grado de deterioro cognitivo (25) (13).
2. Evaluación cognitiva de Montreal (MoCA): Es otra de las herramientas ampliamente conocida y utilizada, diseñada para apoyar el diagnóstico de deterioro cognitivo, con un tiempo de aplicación de alrededor de 10 minutos. Evalúa habilidades viso-espacial/ejecutiva, denominación, memoria, atención, lenguaje, abstracción, recuerdo diferido y orientación. Cubriendo más dominios que el MMSE, alcanzando una sensibilidad y especificidad de 87% y 90% respectivamente; su puntuación máxima es de 30 puntos, con un puntaje de corte de 25 para deterioro cognitivo leve y 17/18 para demencia. En la actualidad en la población colombiana no hay validación en pacientes con trastornos psiquiátricos (25).
3. Batería de Evaluación Breve de la Cognición en Esquizofrenia (B-CATS): Es un instrumento diseñado con el objetivo de detectar deterioro cognitivo en pacientes con diagnóstico de esquizofrenia. Entre los dominios evaluados se encuentra: memoria, velocidad motriz, fluidez verbal y atención; cuenta con dos versiones con el fin de repetir la prueba evitando el efecto del recuerdo; si bien, sus dos versiones han demostrado discriminar entre pacientes con esquizofrenia y personas sanas, entre sus limitantes se encuentra: primero, un tiempo excesivo el cual se requiere de unos 45 minutos para su aplicación; y segundo, la necesidad de implementar material complementario para aplicar la prueba, lo que dificulta administrar la prueba en espacios reducidos (16).
4. Screening para el Deterioro Cognitivo en Psiquiatría (SCIP): Es una prueba de aplicación rápida y fácil que ha ido ganando mayor protagonismo en el campo clínico, se creó con el objetivo de evaluar los déficits cognitivos presentes en los trastornos psicóticos y trastornos afectivos, con un tiempo de administración entre 10-15 minutos y con un mínimo entrenamiento. En esta prueba se evalúa memoria de trabajo, aprendizaje verbal, evocación diferida, velocidad psicomotora y fluidez verbal. Si bien, se ha logrado realizar estudios de validación en nuestra población, aún se requiere otros que robustezcan su confiabilidad (14).
Objetivos
Objetivos generales
El objetivo general de este trabajo de investigación es diseñar un instrumento breve, de aplicación rápida, que permita tamizar alteraciones cognitivas en pacientes con esquizofrenia, depresión o trastorno bipolar y que sea utilizado por los profesionales del área de la salud.
Objetivos específicos
1. Identificar los dominios cognitivos alterados en paciente con EZ, DP, TB que se pretenden evaluar a partir de la búsqueda bibliográfica.
2. Generar los dominios que van a formar parte de la escala Biopsique.
3. Valorar la pertinencia de los dominios seleccionados mediante la valoración de jueces expertos.
4. Diseñar una escala con los dominios seleccionados.
Estrategia metodológica
Diseño y tipo del estudio: creación
Criterios de inclusión
-Mayores de 18 años.
-Pacientes con diagnósticos de esquizofrenia, depresión y trastorno bipolar según criterios DSM 5 con o sin síntomas psicóticos.
-Consentimiento informado firmado por el paciente.
Criterios de exclusión
-Presencia de trastornos estructurales del sistema nervioso central.
-Analfabeta.
-Discapacidad intelectual.
-Trastornos de la personalidad.
-Trastornos por uso de sustancias psicoactivas.
Población y muestra
La muestra está conformada por 30 participantes, 15 personas con diagnósticos de trastorno mental de la ciudad de Manizales, y 15 restantes sin antecedentes familiares ni personales de patología mental. Los primeros 15 pacientes habían sido diagnosticados con alguno de los trastornos psiquiátricos objeto de evaluación en el test a diseñar (EZ, TB, DP). Los 30 participantes fueron conocedores de la finalidad del estudio, dando su consentimiento para la participación voluntaria y no remunerada en esta investigación. De dicho consentimiento se dejó evidencia de forma escrita. Como requisito preliminar se tuvo en cuenta que todos los participantes se encontraran en condiciones auditivas óptimas mediante la verificación de su capacidad de escucha y comprensión en una conversación con un volumen de voz bajo. La muestra fue tomada entre el último trimestre del 2020 y primero del 2021.
Antes de administrar las pruebas se realizó un seminario de pruebas neuropsicológicas, durante dos meses, el cual estuvo supervisado por una profesional en Neuropsicología clínica, posteriormente un año de práctica.
Luego de obtener el consentimiento informado y resolver las dudas presentadas sobre la investigación, se procedió a recoger datos básicos de información general y se realizaron dos sesiones: en el primer encuentro se recogieron datos sociodemográficos de cada paciente, como edad, diagnóstico y nivel educativo. Se aplicaron los siguientes test: test de STROOP, subtest de RAVLT, subtest secuencia de letras y números y test de laberintos. Para comenzar se utilizaron las tareas que demandaban menor esfuerzo cognitivo, con el objetivo de facilitar el rendimiento al comenzar la prueba, también se alternaron instrucciones verbales y no verbales, minimizando la interferencia entre pruebas; y, en el segundo encuentro se aplicó el instrumento Biopsique.
Resultados
Prácticas para desarrollar y validar escalas para la investigación en salud
Con la revisión de la literatura relevante se identificaron tres fases que abarcan nueve pasos. En este trabajo de investigación se tuvieron en cuenta las fases y pasos destinados a la creación de una escala, no contemplando los requeridos para la validación, ya que no es el objetivo de este trabajo (26). Las fases se realizaron así:
-Fase uno: se seleccionaron los ítems a evaluar. Se propuso posterior a la revisión bibliográfica el siguiente orden:
-Paso 1: Identificación de áreas cognitivas.
-Paso 2: Se generaron los ítems y la validez de su contenido mediante la participación de jueces expertos.
-Fase dos: desarrollo de la escala utilizando instrumentos que tienen como objeto evaluar los dominios descritos.
-Paso 3: preguntas previas a la prueba. Se realizó un manual de instrucciones frente a cada dominio a evaluar.
-Paso 4: administración de la escala.
Dominios cognitivos alterados en pacientes con esquizofrenia
Desde finales del siglo XIX se ha establecido que la esquizofrenia se caracteriza por la presencia de síntomas positivos y negativos (1). En las últimas décadas se ha destacado el papel central que juegan las alteraciones cognitivas en este trastorno. Estos déficits se pueden encontrar en pacientes que debutan con un primer episodio psicótico, sin historial de uso de psicofármacos y también en familiares biológicos de personas con esquizofrenia En la actualidad, está bien establecido que las personas con esquizofrenia muestran deficiencias significativas en una amplia gama de dominios cognitivos (27).
Existen varios modelos que intentan explicar la presencia del declive cognitivo evidenciado en los pacientes esquizofrénicos, el más antiguo: el modelo de la encefalopatía progresiva de Kraepelin, quien sugirió que en la esquizofrenia al igual que en la demencia había un deterioro gradual; se describieron en la literatura otros modelos, como el de la encefalopatía estática (28).
Clásicamente se ha responsabilizado a la disminución del flujo de la corteza prefrontal (CPF) dorsolateral (conocida como hipofrontalidad) como causante de los déficits hallados en la esquizofrenia, pero son muchas estructuras corticales y subcorticales las que se ven afectadas, mostrando un patrón de hipo o hiperactivación dependiente de la región (29). La hiperactivación puede reflejar un intento de compensar un rendimiento insuficiente, por lo que se puede considerar la esquizofrenia como un síndrome de “desconexión”, encontrándose una alteración a nivel frontocortical-estriatal-tálamo, explicando así las alteraciones cognitivas, principalmente en la atención, la memoria de trabajo y la función ejecutiva (30) (31).
Como se mencionó anteriormente, el aporte de la Neuropsicología en este trastorno ha apoyado no solo obtener conocimiento sobre el funcionamiento cognitivo mediante la evaluación psicométrica, sino también comprender la EZ como el síndrome que es. Así mismo, se ha logrado evidenciar que estas alteraciones están presentes desde etapas tempranas.
No existe un perfil único que distinga la EZ de otros trastornos psiquiátricos, por lo que el aumento de la evidencia investigativa ha logrado demostrar una gama bastante amplia de dominios cognitivos que se ven alterados en la EZ, los cuales van desde alteraciones en la atención, memoria de trabajo, problemas de percepción, lenguaje, hasta cognición social (28) (32). Si bien, estas deficiencias son compartidas con otros trastornos, principalmente con el trastorno bipolar, ya que comparten factores de riesgo genético, generalmente son menos graves. Mientras desorganizaciones del lenguaje, la fluidez verbal y la comprensión deficiente de la semántica son características centrales de la EZ (28).
Si bien, con el interés creciente de las investigaciones en este campo y el avance en las evaluaciones neuropsiquiátricas, se encontró una limitante y fue la falta de homogeneidad en los diferentes estudios a la hora de definir el patrón típico encontrado en estos pacientes, dado que es complejo, ya que se debe individualizar y existen factores de riesgo no modificables como: la edad, y curso de la enfermedad; y modificables como: nivel de escolaridad. La falta de homogeneidad generó en el año 2002 la necesidad de desarrollar un consenso para mejorar la medición de la cognición en la esquizofrenia, y es cuando nace MATRICS Measurement and Treatment Research to Improve Cognition in Schizophrenia, desarrollada por el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) de los Estados Unidos. Esta estrategia al ser creada contó con dos objetivos: el primero, definir los dominios cognitivos, los cuales se consideraron siete (Velocidad de proceso, Atención/vigilancia, Memoria de trabajo, Aprendizaje y memoria verbal, Aprendizaje y memoria visual, Razonamiento y solución de problemas, Cognición social) con el fin de contribuir a superar barreras que existían a la hora de impulsar el desarrollo de estrategias terapéuticas que mejoraran la cognición en EZ. El segundo objetivo es el desarrollo de una batería que permita evaluar los siete dominios identificados (33).